En un mundo que está cambiando cada vez más rápido, puede parecer más difícil mantenerse al día con las novedades. Lo más probable es que todos hayamos tenido momentos en los que sentimos que la vida pasa demasiado rápido. Lo que nos ayuda a mantenernos firmemente arraigados en nuestras vidas y en el mundo, está directamente relacionado con lo que nos relacionamos y entendemos. Esa es una razón importante (y con suerte un motivador valioso) para seguir aprendiendo, explorando y entendiendo algunas de las novedades que nos llegan con cada nuevo año.
Haz amigos más jóvenes. Al igual que tener amigos con una variedad de antecedentes culturales te enriquece, lo mismo puede decirse de tener conexiones con diferentes generaciones. Los amigos de tu edad probablemente puedan relacionarse contigo más estrechamente, pero también dan mucho por sentado porque estás familiarizado con ellos. Los amigos más jóvenes hacen muchas preguntas, lo que puede alterar nuestro status quo y hacernos pensar en las cosas de una manera nueva.
Descubre las nuevas tecnologías. Todos hemos visto expandirse la conectividad en nuestros teléfonos inteligentes, computadoras portátiles y tabletas, pero esto también es cierto para todo lo demás. La próxima ola tecnológica está en camino, y es importante entenderla, decidir cómo incorporarla a nuestra vida (o no). Comience con una cosa: el «Internet de las cosas» (IoT para abreviar) significa tomar todas las cosas del mundo y conectarlas a Internet. Y sí, significan todo. (más AQUÍ).
Memorizar un poema. Además de todas las razones obvias para mejorar nuestros cerebros en un momento de atención fugaz, el mejor argumento puede ser que nos proporciona un conocimiento de una cualidad diferente. Tomamos el poema dentro de nosotros mismos, en nuestro cerebro, y lo sabemos a un nivel corporal más profundo que cuando simplemente lo leemos en una pantalla. Catherine Robson, profesora de inglés en la Universidad de Nueva York, lo dice maravillosamente: «Si no aprendemos de memoria, el corazón no siente los ritmos de la poesía como ecos o variaciones de su propio latido insistente».